9.6.03

ACTO DE RECORDACIÓN DE LA MASACRE DE JOSE LEON SUAREZ EN 1956

Compañeros, compañeras; amigas, amigos: nosotros hemos tomado esta decisión de recordar con ustedes el día 9 de junio de 1956 como un camino al que realmente la Argentina toda, a través de sus representantes y de aquellos que circunstancial y temporalmente tenemos que ejercer la iniciativa política más importante de la Argentina, en este lugar que es la Casa Rosada, empecemos a recuperar, los argentinos y las argentinas, nuestra memoria histórica.

Nos pareció que este era el lugar, que este era el mecanismo y que los argentinos con absoluta claridad tienen que ver en el 9 de junio no solamente el fusilamiento, el atropello y la muerte de patriotas argentinos, sino la perversidad de un mecanismo que tuvo su extensión en las décadas posteriores con graves dolores para toda la sociedad argentina.

Por eso nosotros queremos realmente junto a ustedes y al pueblo argentino empezar a juntar estos símbolos claros y concretos que hacen al país con su realidad, con su memoria, con su historia, para que empecemos a recuperar valores que sean absolutamente tenidos en cuenta por toda la sociedad argentina.

Les agradezco profundamente que estén aquí, porque sé que estando ustedes están sus padres, sus hermanos, están aquellos familiares que tan dignamente y con claro sentido de nación, fueron tomando las determinaciones en cada momento histórico. También quiero agradecer la presencia de la señora hija del escritor y compañero Rodolfo Walsh, igual que el mayor Alberte, su hijo. Para nosotros ellos significan también con absoluta claridad una parte realmente profunda de la historia argentina, por su compromiso, su valentía, por tener un claro rumbo y una clara conciencia nacional de lo que había que hacer con la Argentina y además el claro posicionamiento que tuvieron en cada momento de la historia.

Nosotros les queremos decir que esta es su casa, a mí me toca circunstancialmente tener hoy la iniciativa política pero esta es la casa de todos los argentinos. El 9 de junio de 1956 es una fecha que está en la conciencia nacional de todos los argentinos y que debe ser reivindicada como tal. También quiero decirles que espero, a través de la tarea que nos toca llevar adelante, poder estar a la altura del tiempo y de la historia de lo que la Argentina necesita y que a través del doctor Duhalde vamos a avanzar en aquellas reivindicaciones claras y concretas que fueron aprobadas en su momento por el Congreso de la Nación para cumplimentar todos los trámites que con toda justicia corresponden en el marco de la reivindicación a los familiares de los patriotas caídos el 9 de junio.

Señores amigos y amigas, compañeros y compañeras, les agradezco profundamente que estén acá, están en su casa. Dios quiera que aquel mensaje y aquel acto de conciencia nacional del 9 de junio sea absolutamente tomado e interpretado por las nuevas generaciones de argentinos y también Dios quiera que los que cometieron semejante atropello, semejante acto de indignidad para todos los argentinos, también, no desde el marco del rencor pero sí desde el marco de las cosas que nunca más deben volver a suceder, sean tenidos en cuenta o los debamos tener en cuenta todos los argentinos.

Muchísimas gracias por estar acá. A vuestras órdenes, y Dios quiera que podamos construir una Argentina distinta.