27.6.03

VISITA A RAWSON

Señor Gobernador, amigo Gobernador; señores ministros nacionales, provinciales; senadores nacionales; diputados nacionales; concejales amigos; pueblo de esta querida y hermosa provincia de Chubut: para mí estar hoy aquí, en esta querida provincia, como les dije recién, significa realmente mucho, creo que estoy prácticamente en el corazón vivo de esta hermosa, olvidada y querida tierra patagónica, la Patagonia sur, que componen Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. El gobernador Lizurume, como los legisladores nacionales, el Senador nacional, que también fue Gobernador, saben lo que nos ha costado a todos nosotros durante muchísimos años que la dirigencia más importante del país entienda lo que significaba la Patagonia y que nos entiendan a los patagónicos, que siempre nos sentimos el patio trasero de la Argentina, siempre nos sentimos como si fuéramos una anexión y no fuéramos la parte viva de este querido país, con todas nuestras fuerzas, nuestras riquezas, nuestras posibilidades, todo lo que podemos brindarle a la patria. Como también pasa en el norte argentino, donde hay muchísimos hermanos y hermanas en una situación muy difícil y que también a veces cuesta comprender que son corazones argentinos; son argentinos y argentinas, que están esperando que esa gran bandera de la patria les dé cobertura, que los haga parte de las realizaciones de este país.

Nosotros queremos una Argentina integrada y solidaria, queremos realmente demostrarnos a nosotros mismos, demostrarles a todos los argentinos y al mundo entero que este país se puede volver a reconstruir, que en esta Argentina podemos recuperar los valores perdidos, que en esta Argentina podemos recuperar las cadenas de la solidaridad, que en esta Argentina podemos recuperar las instituciones, que en esta Argentina podemos recuperar la equidad, la justicia y la dignidad perdida por muchos motivos. Perdida porque es un país que se fue construyendo hace 30 años desde el punto de vista económico con un marco estructural absolutamente injusto, perdida porque hubo una dirigencia a la que le ha faltado coraje y valor -a alguna parte de esa dirigencia- para tomar las determinaciones que hay que tomar. Siempre el miedo: "hagamos esto o se viene el caos". Y quedamos siempre dependiendo de pensamientos y filosofías de tipo económico, que realmente generaron una concentración muy fuerte del ingreso y una injusta distribución del mismo, concentración económica, un marco estructural de corrupción que nunca conoció la Argentina, y una Argentina con argentinos con los brazos caídos y resignados.

Yo les quiero asegurar, hermanos y hermanas patagónicos, que yo no llegué – y lo dije en todos lados - a la Casa Rosada para dejar las convicciones en la puerta, para sentarme en el sillón y ver cómo duro. No me interesa durar. Me interesa jugar todo por el cambio, por la transformación del país y jugarnos y jugarme entero por una nueva Argentina (Aplausos). Me aconsejan, me dicen: "No, hay que ir despacito, no hay que abrir tal frente, este frente". Y yo a cada lugar del país que voy veo rostros angustiados, de argentinos que no dan más, de argentinos que necesitan que tengamos el coraje y la fuerza necesarias para hacer las cosas que hay que hacer.

Necesitamos recuperar las instituciones, necesitamos recuperar el funcionamiento correcto de la seguridad jurídica, de la justicia, terminar con las extorsiones, con las presiones, necesitamos inversiones, necesitamos reactivar la economía, necesitamos luchar contra la pobreza, necesitamos volver a sentirnos un país y lo tenemos que hacer. Por eso se los digo acá, en casa, con total confianza: abriremos todos los frentes que haya que abrir. (Aplausos).

Algunos por ahí empiezan a hacer teorías de construcción de poder. Tal vez no conocen cómo somos los hombres y las mujeres del sur, pero yo no estoy en ningún tipo de especulación de esa calidad bajo ningún aspecto. Nosotros somos así: medios crudos, sinceros, hoscos por el viento, por el frío, por la soledad que nos ha tocado vivir, y sabemos que cada vez que tenemos que arreglar un problema tenemos que ir al frente y tenemos que buscar muchas veces -en la soledad que nos ha tocado vivir- la solución de nuestra propia imaginación y nuestra propia creatividad.

Por eso vamos a seguir avanzando en consolidar una estructura y un funcionamiento institucional, político y económico distinto en la Argentina: liberalización de los depósitos, plan antievasión...Yo dije en la campaña: "traje a rayas para los grandes evasores". (Aplausos) Y ahí está, mandamos el plan antievasión, generamos la figura de la asociación ilícita, espero que funcione bien la AFIP y que la justicia definitivamente sea igualitaria para todos. No que mande preso a un ladrón de gallinas y deje libre de cualquier culpa a un gran señor, que no haya pagado sus impuestos pero como tiene mucha plata por allí o representa a grandes intereses pareciera ser que la Justicia no lo puede juzgar. Por eso hemos buscado fuertemente el sentido de equidad con este plan y si tienen que salir los recursos no salgan de mayores impuestos, que salgan de aquellos que están evadiendo, porque la evasión es la que genera la falta de solidaridad, la falta de inversión, la falta de políticas sociales, la falta de recursos. Si no hay recaudación no se pueden ejecutar y llevar las políticas adelante. Y es justo que los que más ganan más paguen, pasa en cualquier sociedad del mundo. Pareciera ser que en la Argentina es la revés, tiene que pagar más el comerciante, un pequeño empresario, una pyme, un quiosquero, que los grandes capitales que han obtenido grandes rentabilidades en la Argentina. Hay que dar vuelta a la taba, hay que ordenar definitivamente la cosa para que pueda funcionar. (Aplausos).

Con este plan antievasión vamos a marchar - como también dijimos en la campaña - hacia la reforma del sistema tributario para tener un sistema tributario progresivo, todo absolutamente consensuado con todos los sectores que tienen que ver con la vida política e institucional de la Argentina.

También dijimos que íbamos a poner en marcha paulatinamente un plan de obras públicas. ¿Con qué plata?, nos decían los economistas ortodoxos, que las cuentas, que el ajuste; toda esta teoría con que nos han atormentado y torturado durante tanto tiempo. Estamos buscando los recursos, los vamos encontrando y hoy, con imaginación, con creatividad, venimos a la provincia de Chubut a poner en marcha todo el plan de obras que anunció el gobernador Lizurume, más, no sé si lo dijo, también una cartera de créditos del Banco de la Nación Argentina para la reposición de vientres para nuestros ganaderos, para que puedan consolidar el crecimiento. (Aplausos) Para que ahora que tenemos mayor competitividad en la economía, nuestros campos puedan volver a tener la posibilidad y capacidad de producción. Y todos sabemos que durante todos estos años muchísimos campos, muchísimas estancias del país y obviamente de la Patagonia quedaron absolutamente despobladas y sin capital de trabajo. Gracias a la tarea de la señora presidenta del Banco Nación buscamos la forma y hemos empezado ya con estos estímulos y con estos créditos para empezar a reposicionar y a repoblar nuestros campos.

También nos dijeron que era absolutamente imposible pensar en abandonar la teoría de los pactos, que acá lo mejor era no levantar olas, que había que consensuar con el poder establecido. Y yo les puedo asegurar que consensuar con ese poder establecido, que nos llevó a los argentinos a esta situación, es estar cada día peor. O apostamos fuerte al cambio o no hay salida. Por eso cuando yo salí por cadena, que a algunos no le gustó, a explicarle al pueblo -y lo voy a hacer cada vez que sienta la necesidad de explicarle a la gente que es imprescindible que nos acompañe para dar la batalla contra intereses poderosos- lo hice con el problema de la calidad, de la situación y de las acciones que permanentemente llegaban desde la Corte Suprema de Justicia hacia los distintos gobiernos. Yo no estaba dispuesto a soportar ese tipo de extorsiones. Por eso salí y le dije al pueblo argentino lo que estaba pasando y, gracias a Dios, una buena reacción del Congreso de la Nación puede ser que termine definitivamente con una Justicia que nos avergonzó a todos los argentinos y podamos encontrar una salida. (Aplausos)

Por eso, hermanos y hermanas de Chubut, no les vengo a pedir que me sigan, ya vimos lo que nos pasó, (Aplausos y risas). Sabemos que quienes tenemos responsabilidad de conducción de Estado en los distintos lugares y nos tenemos que entender primero nosotros antes que nadie, somos simplemente hombres comunes con responsabilidades importantes. Porque es cierto también que nos ha pasado a los dirigentes políticos, que cuando juramos, al otro día nos entramos a poner serios, cerramos la puerta del despacho y creemos que somos estadistas elegidos por mano y obra del espíritu divino que nos ha puesto en ese lugar. Y nos olvidamos que somos iguales que todos nuestros hermanos, lo único es que tenemos un trabajo distinto por un período de tiempo y que tenemos que responder muy bien porque si no evidentemente no se van a acordar con mucho agrado de nosotros en el futuro. (Aplausos).

Esa es la tarea que tenemos, es muy importante, porque yo les puedo asegurar y lo saben quienes fueron gobernadores conmigo en las distintas etapas, que muchas veces uno fue conociendo gente que al otro día tuvo un lugar más importante del que teníamos nosotros y de golpe parecía ser que se habían transformado, que cambiaron. Tenemos que seguir siendo como somos; tratando de corregir defectos, que los tenemos, y tratando de apoyar todas nuestras virtudes. Yo digo estas cosas y se las digo permanentemente a mis colaboradores, que nuestra tarea es trabajar, trabajar y buscar el cambio e imaginar y buscar permanentemente salidas que nos permitan dar la respuesta que la Argentina está esperando.

Claro, claro que hay temas que son difíciles, como el tema de los frentes, pero yo que iba a hacer, ¿me iba a callar la boca con lo que está pasando en el PAMI? No, ¿me voy a quedar simplemente con lo que hemos hecho hasta ahora con el tema del PAMI? No, seguramente en los próximos días escucharán más novedades, porque definitivamente la obra social más importante de los jubilados de Latinoamérica, que tiene 2.600 millones de presupuesto, la renta per cápita más importante por jubilado de toda Latinoamérica, ¿puede seguir manejada así, puede ser que se haya permitido ese saqueo y las situaciones que le ha tocado vivir? No, yo no me creo el predestinado bajo ningún aspecto para solucionar este tema, pero sé que con la ayuda de los distintos sectores, con la colaboración de todos, con la experiencia que todos tengan sobre el tema -ya encontraremos dentro de los próximos días los instrumentos necesarios- estoy seguro que vamos a poder cambiarla estructuralmente y que entre a funcionar; porque ese es el gran desafío, no solamente administrarla bien, sino cambiarla estructuralmente, que entre a servir a todo el país, al país federal, que se terminen estos esquemas de gerenciadoras, contrataciones millonarias que nadie sabe cómo se hacen, que generan una sobreprestación y que, en muchos casos, generan sobreprecios tremendamente altos. Tenemos que encontrar los mecanismos para que esto sirva definitivamente a nuestros viejos y a nuestras viejas. ¿Qué vamos a hacer? ¿Seguimos mirando o nos metemos? Nos metemos y estoy seguro de que lo vamos a solucionar. (Aplausos).

Yo les puedo asegurar, para terminar, que el otro día cuando estaba reunido con el director presidente del Fondo Monetario Internacional, Koehler, yo le explicaba y le decía: "los argentinos habremos cometido errores, seguro. Nosotros sabemos cómo gobernaron la Argentina, no necesitamos que nadie nos lo venga a decir, pero se terminó la hora en que nos viene a retar". (Aplausos). Le dije, obviamente con absoluto respeto, que mientras levantábamos la voz, habían otros que nos paseaban a algún presidente por todo el mundo diciendo que había sido el mejor presidente que teníamos los argentinos y que en verdad el modelo económico que se había llevado adelante era un verdadero ejemplo; a los tres años el país saltaba por los aires. Y esos que lo paseaban eran ni más ni menos que los representantes del Fondo Monetario Internacional. Así que asuman sus culpas y corrijan las actitudes que tuvieron, que tengan una sana crítica, una muy buena autocrítica y que alguna vez este organismo internacional se ponga del lado de los más para poder ayudar a los que más lo necesitan. (Aplausos).

Estoy profundamente emocionado, estoy contento de estar aquí, en Chubut, con ustedes compartiendo esta tarde de tarea, de trabajo conjunto que tenemos con todos ustedes. Estoy seguro de que iremos cortando cintas juntos, todos. Me preguntaban cuando llegué. "¿Y usted a quién va a apoyar en la interna justicialista?". Yo que he sido un militante político toda la vida, que siempre estuve comprometido; honestamente sería una falta de respeto a mis amigos radicales y justicialistas, compañeros de toda la vida, que yo, que me han votado para gobernar el país, venga a tratar de estar con la vieja costumbre de la dirigencia nacional, tradicional, de la "dedocracia". Toda la vida luché desde Santa Cruz contra la "dedocracia" y todo lo demás. Yo vine a trabajar con los radicales, con los peronistas, con los socialistas, con los independientes, con todos. (Aplausos). No voy a defraudar el mandato popular y tampoco voy a deshonrar la confianza que me tuvieron en las elecciones pasadas los hermanos y las hermanas de la provincia de Chubut. Muchísimas gracias.